¿Cómo explicar lo inexplicable?
POR EDGAR ALEJANDRO HERNÁNDEZ
Cuando una exposición lleva como título una pregunta, las posibilidades de interpretación de la obra que exhibe se potencializan, ya que el artista entra en un juego discursivo que se desborda en un número infinito de nuevas preguntas que no se limitan al mundo del arte, sino que navegan con libertad en un inagotable mar llamado lenguaje.
“¿Cómo explicar lo inexplicable?”, de José Carlos Martinat (Lima, 1974), es un ejemplo claro de este tipo de operación artística, ya que la instalación que propone para la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) toma como eje un slogan publicitario que utiliza el gobierno mexicano para promocionar el turismo en nuestro país, pero el artista peruano abusa de su ambigüedad discursiva, gracias a que la campaña mercadológica está formulada también como pregunta, con el fin de desmontar su atractiva y exótica oferta para desviar el tema hacia una serie de preguntas críticas sobre la imagen de México dentro y fuera del país.
El slogan del gobierno mexicano dice: “¿Cómo explicar lo inexplicable? Algunas cosas no las puedes explicar, las tienes que vivir. Ciudad de México”. La frase se instala sobre imágenes de sitios turísticos como Xochimilco, el Palacio de Bellas Artes o el Castillo de Chapultepec y, evidentemente, busca generar una expectación positiva hacia espacios que son retratados de forma idílica.
Pero tras vivir varios años en México, para José Carlos Martinat esa pregunta tiene expectativas diferentes. La interrogante “¿Cómo explicar lo inexplicable?” abrió 35 preguntas que igual refieren a la imagen del país, pero desde la violenta realidad que viven numerosas ciudades de la República y cuyas terribles historias de asesinatos y desapariciones han circulado en la última década por la prensa nacional e internacional.
¿Por qué la violencia en México se ha convertido en una condición humana?, ¿Por qué hay desapariciones forzadas en México?, ¿Qué teme el pueblo mexicano?, ¿Qué pasa con Peña Nieto?, ¿Estás vivos, desaparecidos o muertos los 43 normalistas?
Estas son algunas de las 35 preguntas que el artista elaboró para buscar respuesta en internet a través de algoritmos y palabras clave que direccionan búsquedas “referentes al contexto económico, político, social, cultural y de violencia que define o enmarca a la sociedad mexicana actualmente”. Cada una de las respuestas se imprime de forma simultánea en las 35 impresoras térmicas que fueron instaladas dentro y fuera de la SAPS para generar una instalación que va creciendo conforme se acumulan los papeles impresos en el suelo.
La información impresa, que proviene de la memoria colectiva llamada internet, puede ser tomada por el visitante que acude a la SAPS, pero la operación del artista no es la de ofrecer respuestas cerradas, sino que los papeles impresos abren interrogantes que nuevamente desbordan/desplazan a las preguntas originales.
¿Cómo explicar lo inexplicable?” es una instalación que para muchos puede resultar extrañamente familiar, ya que se suma a una genealogía de artistas mexicanos que han logrado desmontar los aparatos de representación nacional
El diálogo propuesto por José Carlos Martinat se extiende de forma tan eficaz que tiene la capacidad de viajar en el tiempo y traer a la discusión piezas que en el pasado reciente marcaron la historia del arte mexicano. “¿Cómo explicar lo inexplicable?” es una instalación que para muchos puede resultar extrañamente familiar, ya que se suma a una genealogía de artistas mexicanos que han logrado desmontar los aparatos de representación nacional, dentro y fuera del país, para ocupar dichos espacios con una discusión que señala directamente a los problemas sociales, políticos y económicos que se han intensificado en el país en los últimos lustros.
Concretamente pienso en la exposición “¿De qué otra cosa podríamos hablar?”, de Teresa Margolles, que representó en 2009 a México en la 53 Bienal de Arte de Venecia. Además de que ambas exposiciones nacen de una pregunta muy abierta, las dos parten de estructuras de representación oficial que buscan dar una imagen positiva del país, pero que son manipuladas por ambos artistas para reflejar los problemas que vive el México contemporáneo, llámese la Guerra contra el Narco, la desaparición forzada de personas, la corrupción de las altas esferas del gobierno, la privatización de los recursos naturales o la violencia de Estado.
Más allá de entrar en la discusión de la eficacia del arte político, la obra de José Carlos Martinat demuestra lo necesario y pertinente que resulta utilizar la política para proponer un verdadero proyecto de arte público.
“¿Cómo explicar lo inexplicable?”, de José Carlos Martinat, se exhibe en la Sala de Arte Público Siqueiros (Tres Picos 29, Polanco) del 12 de septiembre y hasta el 15 de noviembre de 2015.
Texto publicado el 16 de septiembre de 2015 en el blog Cubo Blanco del periódico Excélsior.