Por Edgar Alejandro Hernández
Dentro del argot político se reconoce que los primeros 100 días de una administración son determinantes para marcar el rumbo de cualquier gobierno o ministerio. En el caso de Claudia Curiel como secretaria de Cultura federal, el balance refleja un asfixiante continuismo respecto al lastimoso sexenio lopezobradorista, agravado por un silencio sistemático en el que los directores tienen prohibido hablar con la prensa, mientras que la titular del sector sólo ha ofrecido un par de anodinas entrevistas.
No es novedad que el denostado y fifí sector cultural se mantenga en segundo plano bajo el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien como jefa de gobierno no sólo mostró su abulia hacia el sector, sino que usó la Secretaría de Cultura local como comodín para rotar funcionarios que pasaron sin pena ni gloria por dicho cargo, incluida la propia Claudia Curiel.
La pasarela de secretarios de Cultura de la Ciudad de México en el gobierno de Sheinbaum empezó con Alfonso Suárez del Real, quien no entregó ningún resultado, sino que simplemente se fue al ser promovido, en julio de 2020, como secretario de Gobierno. Quedó como encargada de despacho Guadalupe Lozada hasta diciembre de 2020, cuando la jefa de gobierno nombró a Vanessa Bohórquez.
En febrero de 2022 se le pidió su renuncia a Bohorquez para nombrar a Curiel, quien se desempeñaba como programadora y hasta ese momento carecía de experiencia como directora de ninguna instancia pública. No obstante, su meteórica carrera como funcionaria cultural logró notoriedad al intensificar la promoción de conciertos masivos en el Zócalo (cómo olvidar el “Motomami, motomami” que hizo con la entonces jefa de gobierno para anunciar el concierto de Rosalía). Cuando Sheinbaum la nombró secretaria de Cultura federal, Curiel fue reemplazada por Argel Concheiro, quien nadó de muertito igual que sus antecesores. Cinco encargados de Cultura en un sexenio: todo un récord a la inoperancia.
En estos 100 días Curiel se ha dedicado a defender a su antecesora, Alejandra Frausto. Aseguró, desafiando la realidad, que Chapultepec: Naturaleza y Cultura estaba terminado. Sin embargo, en la protocolaria inauguración encabezada por Sheinbaum y el expresidente Andrés Manuel López Obrador sólo se inauguró el Cablebús, mientras que la Cineteca y la Bodega Nacional permanecen en obra y sin un programa operativo definido.
De forma cínica, la secretaria también dijo que el presupuesto de Cultura para 2025, con tres mil millones de pesos menos, no venía con recorte, dado que los recursos que se restaron era lo que en años anteriores se destinó a Chapultepec. Después, cuando se reasignaron esos tres mil millones, celebró que era “un presupuesto sin precedentes.” La secretaria omite el hecho de que el dinero desviado al gobierno de la Ciudad de México para las obras en Chapultepec durante el sexenio lopezobradorista siempre fue en detrimento del presupuesto histórico de Cultura. Lo que prueban los números es que el presupuesto tendrá una disminución del 13 % con relación a 2024.
Curiel también presentó una nueva edición de Original, programa creado en el sexenio anterior para promover pasarelas de indumentaria y accesorios artesanales en el Complejo Cultural Los Pinos (un evento tan desaseado que llegó a utilizar a funcionarios de la SC como modelos). Esta iniciativa, más que destinar recursos a capacitar artesanos para que lograran una mejor comercialización de sus productos, invirtió la mayor parte de su presupuesto en un solo espectáculo, es decir, en los insumos de escenografía, modelos, instrumentos musicales, templetes, peinadoras, maquillistas, iluminación y video. Curiel nos recuerda una vez más que su fuerte son los reflectores y el espectáculo vacío, no la cultura.
La Secretaria de Cultura ha dejado claro que su lealtad está con Palacio Nacional y no con las demandas de los diversos sectores de la comunidad cultural. El caso más polémico y grave fue la ratificación de Diego Prieto como director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Durante el sexenio lopezobradorista, su gestión fue duramente cuestionada por el estrangulamiento presupuestal del organismo y por su complacencia ante el desvío de recursos adicionales asignados para la compra de terrenos del Tren Maya. Al respecto, Curiel declaró que Prieto no sólo ha recibido críticas, sino también "cartas y mucho respaldo de muchas de las comunidades”. Sin embargo, hasta el momento, la funcionaria no ha aclarado cuáles cartas o qué miembros de la comunidad apoyan al director del INAH.
Como ya es costumbre en los gobiernos morenistas, los festejos para conmemorar fechas importantes se convierten en tristes recordatorios del abandono que ha impuesto el gobierno a las instituciones culturales. El centenario de Radio Educación no sólo estuvo marcado por una deslucida celebración en el Complejo Cultural Los Pinos, sino que también puso en evidencia la precariedad laboral de sus trabajadores –incluyendo importantes retrasos en el pago de salarios– y la obsoleta infraestructura que amenaza su operación a corto plazo. Según Curiel, ya hay un diagnóstico: “sabemos que se tiene que fortalecer y vamos a trabajar en ese tema.” Sin embargo, en los hechos, el presupuesto de Radio Educación para 2025 se redujo de 86 a 80 millones de pesos.
De nuevo, grupos de artistas y gestores culturales comenzaron a organizarse para protestar contra los recortes al sector, mientras que la Secretaría de Cultura lanzó otra ronda de reuniones de consulta, similares a las realizadas durante la campaña presidencial, cuyos resultados en principio debían sustentar un Plan Nacional de Cultura. Hasta ahora, dichas mesas no han presentado ninguna relatoría pública, ni se ha informado si sus conclusiones serán tomadas en cuenta. Quizá por ello, en esta nueva serie de mesas de consulta, el ausentismo ha marcado el inicio de las sesiones.
En la Conferencia Mañanera del 13 de diciembre de 2024, Curiel anunció su Proyecto Integral de Renovación de las Escuelas de Educación Artística y Cultural. Copiando la fórmula de su antecesora, la secretaria aprovechó el anuncio para criticar a los gobiernos neoliberales (omitiendo todas las denuncias de escuelas e instituciones artísticas jamás atendidas durante el sexenio lopezobradorista) y aseguró que ahora sí se atenderá la lastimosa infraestructura de las escuelas y se actualizarán los programas de estudio. ¿Cómo se hará esto? No lo explicó, pero según dijo su meta será “consolidar el sistema más ambicioso de educación artística y cultural, formal y comunitaria”. Igual que Frausto, Curiel repite la máxima de que nadie promete tanto como quien no va a cumplir.
Texto publicado el 11 de enero de 2025 en la revista Nexos, disponible en https://redaccion.nexos.com.mx/claudia-curiel-100-dias/