¿Qué les depara a los museos del INBAL para 2020? Platicamos con Mariana Munguía
POR EDGAR ALEJANDRO HERNÁNDEZ
Tras la divulgación que el INBAL hizo de parte de su programación para 2020 —donde destacan exposiciones de Picasso, Modigliani y Bill Viola, el periodista cultural y crítico de arte Edgar Alejandro Hernándezentrevistó a Mariana Munguía, actual coordinadora de Artes Visuales del INBAL; quien tiene entre sus funciones coordinar las actividades de los 18 museos que dependen de organismo gubernamental.
Las exposiciones para 2020, los presupuestos, pero también las vocaciones de los museos, las funciones del Espacio Cultural Los Pinos y el proyecto del Bosque de Chapultepec son algunos de los cuestionamientos que se le plantearon a la funcionaria.
¿Qué destacarías del programa expositivo del INBAL para 2020?
Yo creo que es un año de consolidación. El año pasado fue un año de transición y ahora, más que resaltar exposiciones, te diría que estamos tratando de reforzar todos los programas de manera integral de los museos. En ese sentido, estamos dedicados no sólo a la parte expositiva, sino de acervos, de publicaciones y de programas de mediación.
Ese es un trabajo que, por lo menos desde la Coordinación de Artes Visuales del INBAL, estamos impulsando mucho para realmente fortalecer todas las áreas. Por ejemplo, el Museo Carrillo Gil en diciembre justo inauguró ya las exposiciones de la nueva propuesta. Ahí ya se ve cómo va a ser este programa más integral, más claro, en donde tenemos en el primer piso siempre lecturas de la colección permanente, tanto de la fundacional del doctor Álvar Carrillo Gil como de las nuevas adquisiciones. Con los acervos no sólo es la parte de hacer un diagnóstico, de entender cuál es el panorama del acervo que cada uno tiene, sino tener realmente un programa enfocado a las colecciones, que no solamente tienen exposiciones, sino préstamos, investigación, publicación, etcétera. En el piso dos se está conformando este puente para hacer entender el tránsito del arte moderno al arte contemporáneo y en el tercer piso tener las nuevas propuestas.
Otra de las cosas que yo destacaría son las colaboraciones con otras instituciones. Por ejemplo, Luchita Hurtado. I Live I Die I Will Be Reborn, en el Museo Tamayo, que no es tanto colaboración, pero bueno, esa es una exposición que viene de la Serpentine Gallery de Londres y creo que Luchita es un personaje que tiene mucho que ver con México, porque hubo esta relación con Tamayo, que no se conocía.
También la muestra de Remedios Varo en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Esa exposición sale porque Eduardo Costantini compró un Remedios Varo en una subasta en Nueva York y ya tenía otro. Entonces, con estas dos piezas se contactan con el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México y hacen una curaduría. Es un proyecto completamente nuevo y viajarán más de 100 obras.
Remedios Varo, Simpatía (La rabia del gato), 1955. Tomada de Christies.
¿Además de la colaboración de Remedios Varo con el MALBA, que destacaría el INBAL fuera del país?
Viene una colaboración importante con el Museo Whitney de Nueva York, la exposición Vida americana: Los muralistas mexicanos rehacen el arte estadounidense, 1925–1945, que se inaugura ahora en febrero. Estamos prestando catorce obras y ayudamos con la gestión y los contactos en México. Es un proyecto de Bárbaro Haskell, curadora de la icónica muestra The American Century: Art and Culture 1900-1950, para quien es muy importante hacer ver al público estadounidense la importancia que tuvo el arte mexicano en el arte de Estados Unidos. En México, mucha gente sabemos que Siqueiros tuvo su taller de experimentación en Nueva York y que a este acudió Jackson Pollock, además de muchos otros sucesos similares, pero en el país vecino esto no es tan claro.
Destacas que harán una revisión de los acervos de los museos. ¿Dentro de este proyecto está contemplada la adquisición de obra, que es uno de los pendientes históricos de las colecciones del estado mexicano?
Hay que empezar con lo que tenemos, no ha habido una política de adquisiciones históricamente, pero lo que tenemos hoy por hoy es que sí hay que trabajar con un programa de colecciones y, en base a eso, crear estrategias. Hemos estado trabajando con los museos haciendo este diagnóstico, porque el problema que pasa cuando no hay adquisiciones no sólo son los recursos para adquirir, sí hay otros mecanismos que se han establecido para ello, como Pago en Especie, peromás bien yo me quiero ir un paso atrás. Primero tienes que tener un programa de colecciones, tener un diagnóstico de tu colección, decir qué tenemos, que nos falta, qué periodos tenemos que representar. De ese periodo, ¿tenemos realmente lo necesario para representarlo o hay un desbalance? Por suerte tenemos gente como Ana Garduño que es alguien que ha estudiado mucho las colecciones del INBAL.
Hay otro tema que es importante y no sé si finalmente se logró definir, las vocaciones de los museos. ¿En esta revisión que mencionas se aclaró qué vocación debe seguir cada recinto?
Obviamente se parte de la vocación, es lo que nos tienen que dar la pauta a todos y se tiene que planificar a partir de las vocaciones de los museos. Eso es importante para todos y creo que para toda la comunidad. Es justo lo que estamos tratando de hacer, analizar los orígenes de cada institución. No podemos tampoco borrar históricamente lo que ha sucedido y cómo han ido configurándose, pero sí es un poco regresar a su origen tomando en cuenta la evolución, es decir, dónde tenemos que estar parados. La vocación no significa tampoco que estemos como blindados o que se conviertan instituciones inflexibles. Debemos tener cierta flexibilidad para adaptarnos a los nuevos contextos, pero, finalmente, sí tenemos que regresar y ser muy fieles a una vocación y no tenerle miedo tampoco a pensar que esa vocación nos va a restringir.
¿Hoy ya podemos definir una vocación clara para el Museo de Arte Moderno (MAM), para el Museo Tamayo o para el Museo Nacional de Arte (Munal)?
Sí, por supuesto. A lo mejor no estamos al 100 por ciento, pero sí lo tenemos muy claro. Creo que también hay toda una estrategia de comunicación y de programas. Por ejemplo, el Munal es un caso interesante, porque surge en los 70, es un museo más o menos reciente, y se funda haciendo una aglomeración de colecciones. Después existe un seminario que se hace con especialistas que ayudan a definir su vocación, que es hasta 1950. Eso es lo que dicta la vocación original del Munal.
Si esto es así, no se está respetando la vocación del Munal, porque justo acaban de anunciar una exposición de un artista contemporáneo, Gabriel de la Mora. ¿Me podrías explicar qué tiene que ver la obra de un artista vivo con este museo?
Justamente el Munal ha hecho varias acciones, uno es regresar a hacer pública la colección del siglo XX, que llevaba muchos años sin verse y ya está de manera permanente. Tenemos un proyecto para volver a valorar toda la colección virreinal. Hay una serie de actividades que están enfocadas en volver a rescatar toda esa colección maravillosa que tiene y que tampoco se conoce tanto. Lo de Gabriel de la Mora es un proyecto que más bien fue porque lo que está planteando la directora es invitar a artistas que colaboran con la misma colección. Al final, las colecciones temporales de artistas más contemporáneos son exposiciones que están enfocadas en trabajo con la colección.
Siguiendo con la vocación de los museos, quisiera saber qué tipo de muestras se tienen planeadas para el Museo del Palacio de Bellas Artes ¿Se insistirá en exposiciones taquilleras o blockbuster?
La visión que se le dará al Museo del Palacio de Bellas Artes es la misma que le ha impreso en los últimos años su director, Miguel Fernández Félix, que creo lo tiene muy clara. Más bien en ese caso queremos tener un trabajo muy importante con los murales, hay una parte de esfuerzos y de recursos importante para crear nuevas herramientas de comprensión sobre el muralismo. Para Miguel es muy importante que las exposiciones, si te fijas, nunca son exposicionesblockbuster que compran, para él siempre son importantes las colaboraciones y la generación de conocimiento. En ese sentido, casi todas las propuestas se trabajan desde el mismo equipo curatorial de Bellas Artes o con curadores invitados y muchas veces en colaboración con otras instituciones. Puede ser que los nombres seanblockbuster, pero también lo es el museo que finalmente tiene esta parte como internacionalista.
Pero Miguel Fernández Félix es uno de los directores que más exposiciones blockbuster ha hecho en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Miguel y no todas Miguel, desde antes se hacían. Pero justamente sí es el espacio, Bellas Artes es un símbolo. Entonces, pues sí, esa ha sido realmente la línea de donde se han podido hacer estas revisiones de periodos y de artistas internacionales que normalmente Miguel siempre los vincula con algo, con algún mexicano, con algo que ha pasado para realmente aterrizarlo y contextualizarlo en lo que implicó en esa época, ese momento, pero también con relación a México.
Hablando de que es un símbolo, me interesa saber qué opinas de la reciente polémica que se generó en Bellas Artes por el llamado «Zapata Gay».
Fue una curaduría que era la tesis doctoral de Luis Vargas, ha sido su tema de estudio y se preparó con mucho tiempo. Me apena un poco que se haya ido demasiado la atención hacia una pieza en particular, porque eso no era lo que necesariamente se quería mostrar, pero obviamente siempre vamos a defender la libertad artística, la libertad creativa y la libertad curatorial. Yo creo que es una muy buena exposición.
Fabián Cháirez, La Revolución. Tomada del perfil de instagram del artista.
Hablemos de las exposiciones que recientemente anunció el INBAL. ¿Cuál será la propuesta o la novedad que imprimirá el MAM a la exposición homenaje a Vicente Rojo, tomando en cuenta que hace un par de años el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) le dedicó una gran muestra retrospectiva?
El anuncio que dio el INBAL de sus exposiciones incluye muestras que están en proceso. Esa exposición está aún sin terminar,entonces una de las cuestiones era cómo plantear algo que fuera completamente diferente a lo que se hizo (en el MUAC). Sí se está pensando a conciencia con lo que ya se ha hecho para darle una configuración particular. Estamos súper conscientes que han habido muchas revisiones históricas recientes y justamente no se trata de hacer una más, sino de aportar conocimiento entre todos y tampoco de saturar al público con lo mismo.
Taiyana Pimentel nos acostumbró a exposiciones importantes en la SAPS y en La Tallera. Cuéntame qué destacarías ahora en estos recintos.
A ti que te interesa tanto el tema de las vocaciones, este es un proyecto que va más en ese sentido. Justamente todo este trabajo intenso que les pedimos a todos los directores es de clarificar este tipo de trabajo. Willy Kautz está proponiendo esta plataforma pedagógica y retomando todos estos conceptos de Siqueiros. Pidió a los artistas que trabajaran con el archivo, que estuviera siempre presente y que se discutiera qué implicaba trabajar en este espacio, independientemente de que la obra vaya a ser un reflejo o no de esto, eso ya es decisión del artista.
¿Continuará existiendo la Escuela de Crítica?
Claro que va a continuar, es un proyecto híper importante, no hay ningún cambio en ese sentido, lo único que haremos es tratar de abarcar un poquito de manera diferente el impacto que tiene en la comunidad.
La exposición que más me llamó la atención fue la retrospectiva de Bill Viola en Ex Teresa, porque hacer una muestra de este artista debe costar una fortuna y el Ex Teresa tiene el tercer presupuesto más castigado de todo el INBAL, con apenas dos millones de pesos para toda su operación anual. ¿Cómo van a hacer esta muestra?
Pues trabajo en equipo.
Bill Biola, Inverted Birth, 2014. Tomada de Univeres Art.
¿Quién va a pagar esta exposición?
El INBAL.
¿Ex Teresa se va a gastar todo su presupuesto en esa exposición?
No, tenemos eventualmente que evolucionar. Si hay proyectos que son muy importantes dentro de los programas, se hace un esfuerzo. En el caso de Ex Teresa para su director, Tito Rivas, era muy importante esta muestra y si eso implica un presupuesto extra y una mayor labor de recaudación, se hace el esfuerzo.
¿Pero sí será una retrospectiva?
Es una retrospectiva. Están trabajando en la lista directamente con el taller de Bill Viola, entonces están haciendo una adecuación, no va a ser una retrospectiva masiva, no son tantas piezas, porque son piezas muy grandes, pero sí es un proyecto ex profeso para Ex Teresa.
¿Cómo ves actualmente a los museos del INBAL, tomando en cuenta la sistemática contracción presupuestal?
No sé si ha sido una contracción, más bien no han subido los presupuestos. Desde que entramos lo que estamos tratando de hacer es no afectar para nada la parte sustantiva del INBAL, que no tengan ese tipo de restricción. Estamos tratando de crear herramientas y diagnósticos que nos permitan hacer una mejor planeación y poder trabajar con esa parte administrativa del INBAL.
Nuestra labor y en lo que me estoy enfocando es justamente en tener una mejor y más eficiente administración de los recursos económicos, humanos y materiales.
Pregunto esto porque ante la política de austeridad del gobierno federal los más afectados han sido los museos y la cultura en general.
Pues la verdad es que no. Nosotros no tenemos ninguna consigna de trabajar con menos.
Hablar de la situación actual de los museos es importante porque su realidad contrasta con el proyecto de invertir mil 668 millones de pesos en el Espacio Cultural Los Pinos y el Bosque de Chapultepec.
No te puedo comentar sobre ese proyecto.
¿Y sobre la idea de hacer un Museo Pompidou en Iztapalapa?
Tampoco puedo opinar.
Te pregunto esto porque para algunos tú representas a la comunidad del arte contemporáneo dentro del INBAL y creo que es importante saber tu opinión sobre esos temas.
No tengo comentarios al respecto.
Texto publicado el 27 de enero de 2020 en la Revista Código, disponible en https://revistacodigo.com/arte/inbal-2020-entrevista-mariana-munguia/