Entrevista Gabriel Orozco 2003. Recrean seis artistas lo "cotidiano alterado"

POR EDGAR ALEJANDRO HERNÁNDEZ

Al asumir su papel como curador oficial de la 50 Bienal de Venecia, el artista contemporáneo Gabriel Orozco es claro en su idea de no hacer una exposición "made in México que tenga un carácter exótico-político", sino generar un "proyecto de ideas más universales" con cuatro artistas mexicanos y dos extranjeros, a quienes conoce desde hace años, son sus amigos y pueden desarrollar su concepto de "cotidiano alterado".

Orozco (Jalapa, 1962) asegura que el corazón del arte contemporáneo en México gira en torno suyo y el grupo de artistas con los que trabaja en la Galería Kurimanzutto. Por ello, afirma, no es fortuito que el director de la Bienal, Francesco Bonami, haya decidido invitarlo como curador del encuentro de arte más importante a nivel mundial, que se realizará en Italia del 15 de junio al 2 de noviembre.

"Bonami vino al País a ver la escena mexicana y creo que se dio cuenta de que gran parte de la energía nueva que ha salido en el país tiene que ver conmigo y con varios artistas que desde hace tres años trabajamos en la galería Kurimanzutto", indica.

Orozco invitó a los mexicanos Abraham Cruzvillegas, Daniel Guzmán, Damián Ortega y Fernando Ortega a participar en el proyecto Cotidiano alterado, al lado del estadounidense Jimmie Durham y el francés Jean Luc Moulene.

"No me interesa hacer una exposición que represente a México en un sentido de propaganda político-exótica. Seleccioné a un grupo de artistas cuya obra tuviera cierta coherencia entre sí y tuve que dejar fuera a otros creadores buenos; para hacer la exposición más específica y sintética tomé a los seis que consideré que estaban en su mejor momento y que podían amarrar las ideas que manejamos", explica.

La nueva energía creativa en México, explica Orozco, sale de los artistas y no de las instituciones. "Afortunadamente, tanto la academia como el Gobierno han entendido este fenómeno y lo han apoyado. Y esto es lo mejor, porque no creo que una institución (llámese país, academia o instituto) deba ser tan protagonista en el desarrollo artístico de una nación".

Cuando la institución es más famosa que el artista, aclara, el arte no es tan bueno. "Las dependencias deben apoyar la creación de manera discreta, modesta y con dedicación. Sin tratar de controlarla, moralizarla o nacionalizarla. México tiene una nueva generación de artistas que viene del arte y no de la institución.

Como curador, Orozco planteó una breve lista de prohibiciones que los artistas convocados deben cumplir: "No paredes, no pedestales, no ventanas, no videos y no fotografías".

"Mucha gente encuentra libertad en el video o la fotografía, pero estos medios se han convertido en una salida fácil para el arte, además de que han tenido una gran proliferación y esto los vuelve hasta cierto punto predecibles, porque la relación con el espectador es siempre la misma", detalla.

Para Orozco, es importante explorar el hecho físico de ver la obra de arte. "Ese fue también un criterio para escoger a los artistas, porque son creadores que trabajan con la tridimensionalidad, con objetos cotidianos; y las reglas que impuse a todos les encantaron. Esas limitantes imponen un reto y generan ideas.

"Por eso se llama el cotidiano alterado, porque se trata de reconstruir parte de su vida diaria. Antes era más fácil pensar en la cotidianidad de un pintor dentro de su estudio. Pero la vida diaria del artista contemporáneo es muy diversa e innovadora, ya que no hay reglas precisas.

"Yo no tengo una técnica establecida, puedo estar encerrado semanas en un taller cerámica y al mes trabajar en un garage de mecánicos, o pasármela viajando meses y luego encerrarme a escribir frente a una computadora. Esto nos habla de que la artesanía del artista ha cambiado mucho y eso se ve en la obra".

Orozco concibe su participación dentro del pabellón internacional de laBienal como una exposición en la que conviven las piezas de los artistas sin estorbarse entre sí. "Esa es la razón por la que elegí sólo a seis artistas; pero es curioso, porque al lado está la curaduría de Molly Nesbit, Hans-Ulrich Obrist y Rirkrit Tiravanija, que invitaron a 160 creadores. Yo prefiero darles a cada uno su lugar, que tengan mucho espacio y que cada uno tenga atención. Las muestras masivas diluyen y no se alcanza a apreciar el trabajo".

Ser el primer mexicano que participa como curador en la Bienal deVenecia es para Orozco el resultado de un largo trabajo que comenzó en 1989, cuando curó con Guillermo Santamarina la primera muestra de instalación en México, en el Convento del Desierto de los Leones. Luego hizo la selección de la muestra de nuevos artistas mexicanos en la Artists Space de Nueva York, que, de alguna forma, indica, es el antecedente más cercano de lo que habrá en Venecia.

"Son cosas que tienen cierta modestia, pero con el tiempo generan grandes repercusiones y es importante no olvidarlas. Venecia no es gratuito, es consecuencia de una manera de trabajar, porque en este caso el artista tiene que provocar los proyectos".

Lo apoyan

Los curadores Ery Cámara y Luis Carlos Emerich ven con agrado el proyecto que Gabriel Orozco llevará a la Bienal de Venecia, donde a--afirma el primero- es importante que se dé esta oportunidad para que un artista mexicano haga por primera vez una curaduría.

"El planteamiento es establecer un discurso que se ubique tanto en lo local como en lo internacional. En este sentido, creo que el discurso que se encuentra más cercano a Orozco está en ese grupo de artistas con los que creció y se agrupan en la galería Kurimanzutto. Pueden crear algo contundente y dar una gran sorpresa. Será interesante ver cómo el proyecto de tantos mexicanos se coloca dentro del entramado internacional".

A decir de Emerich, Orozco está en su derecho de elegir a los artistas más representativos de su generación. "Obviamente están reunidos en su galería, porque comparten un mismo concepto de arte, que tiene que ver con la provocación y el desafío al espectador, a partir de que toman un espacio de arte para negar el arte. Sus propuestas son siempre irónicas".

Los elegidos

Estos son los cuatro mexicanos que fueron seleccionados por Gabriel Orozco para Cotidiano alterado.

DAMIAN ORTEGA

Nació en la Ciudad de México en 1967. Ha expuesto de manera individual en la galería ICA de Filadelfia, en la Galería D'amelio Terras de Nueva York, en el Museo Serralves de Oporto y en la Galería Art & Idea del DF. Ha participado en muestras colectivas en la Bienal de Gwanju, en la Trienal de Tirana, en el Museo de Arte Moderno, de Bellas Artes y de Arte Carrillo Gil de la Ciudad de México, en el Centro Contemporáneo de Arte P.S. 1, en el Museo de Arte Contemporáneo Kiasma de Helsinki, Finland y en la Feria Internacional de Arte Contemporáneo ARCO de Madrid.

DANIEL GUZMAN

Nació en la Ciudad de México en 1964 y estudió Artes Visuales en la ENAP en la UNAM. Ha expuesto en Guadalajara, Londres y Nueva York. Ha presentado colectivas en Tokio, Montreal, Gwanju y en Otawa. Obtuvo en 1996 el Primer Lugar en el Segundo Concurso de Instalación en X'Teresa.

FERNANDO ORTEGA

Nació en la Ciudad de México en 1971. Ha expuesto de manera individual en el Centro de la Imagen de la Ciudad de México y en la Fundación Ludwing de la Habana. De forma colectiva, ha expuesto su obra en en Antiguo Colegio de San Ildefonso, en el Museo de Arte Moderno y en el Museo de Arte Carrillo Gil de la Ciudad de México, en la Galería Andrew Kreps de Nueva York y en la Galería Lisson de Londres.

ABRAHAM CRUZVILLEGAS

Nació en la Ciudad de México en 1968 y es licenciado en Pedagogía por la UNAM. Ha mostrado su trabajo individual en la galería Jack Tilton de Nueva York, en el Museo de Arte Contemporáneo de Houston y en el MUCA de la Ciudad de México. Ha expuesto en colectivas del Centro de Arte Walker de Minneapolis, en el Museo de Arte Moderno, Universitario del Chopo y de Bellas Artes de la Ciudad de México, en la Galería Roberts and Tilton de Los Angeles y en la 25 Bienal de Sao Paulo.

Texto publicado el 26 de mayo de 2003 en el periódico Reforma.