Granada Visual 22

The key to all languages

El día que Helen preguntó qué es el amor, Miss Sullivan deletreó sobre su palma las palabras “Está aquí” y puso la otra mano por encima del pecho de la niña. Helen escribió que en ese momento se hizo consciente de los latidos de su corazón, pero siguió sin comprender el significado de esa palabra. Comenzó a deletrear y tocar cosas que se le ocurrían, preguntando "¿es esto el amor?". Sullivan le respondió que el amor que no se podía tocar, como no pueden tocarse las nubes o la sed de la tierra, pero sí pueden sentirse. Helen se imaginó líneas inmateriales entre los espíritus de quienes se aman. Me gusta pensar que se imaginó correas. Quiero creer que Helen Keller amó a sus perros, aunque no tengo esa certeza, sí encuentro razones para pensar que amó al lenguaje y que posiblemente cuando su maestra dijo “Está aquí”, estaba diciendo también que está en la capacidad para reconocer y expresar las conexiones entre el interior y el mundo. El mismo amigo que me presentó a Keller, me enseñó que confundir la capacidad de hablar con la congruencia, es el mayor error que puedes cometer cuando estás tratando de hablar con un perro, y en realidad con casi cualquier mamífero. Si los perros de Keller respondían sin lenguaje oral estructurado, imagino que fue porque tenía un profundo respeto hacia el lenguaje mismo, al menos por un tipo de fidelidad entre el sentido y el significado de sus palabras, un lugar apto para la correspondencia y la respuesta clara de un perro.

Melissa García Aguirre