Corazón egoísta, por Dolores Hidalgo
Por Edgar Alejandro Hernández
La apropiación es hoy una práctica que se ha normalizado dentro de la producción del arte contemporáneo. El gesto disruptivo que convocaba dentro de las llamadas vanguardias del siglo XX se normalizó en la actualidad como una lengua franca para diversas generaciones que se entrecruzan en el campo artístico local e internacional.
Dentro del mundo del arte, la apropiación implica retomar objetos de la vida real o de otros artistas para intervenirlos o bien integrarlos al discurso artístico de quien ejerce dicha apropiación. El caso paradigmático es Marcel Duchamp y sus readymades, que a inicios del siglo XX cambiaron el rumbo de la historia del arte.
Lo interesante hoy es que se ha borrado esta barrera entre quién ejerce la apropiación y quién es sujeto de ella. Se da la posibilidad de que ambos actores se beneficien de esta acción. Tradicionalmente el artista que se apropia de una obra también se apropia del capital simbólico que esta contiene, pero también ocurre que la pieza apropiada adquiere nueva visibilidad y lecturas a partir de este juego de espejos.
Esto ocurre con el proyecto Corazón egoísta, un ejercicio de apropiación de la pintura homónima creada en 1951 por Olga Costa (1913-1993) que presenta el grupo artístico Dolores Hidalgo (integrado por Cosa Rapozo, Hernán González y Enrique López Llamas) en Ache Galería, en la ciudad de San Luis Potosí.
Olga Costa se vuelve un personaje importante para este grupo de artistas ya que los tres se conocieron mientras estudiaban la universidad en la ciudad de Guanajuato, donde las figuras que marcan el campo artístico y la infraestructura cultural, además del Festival Cervantino, son Diego Rivera, José Chávez Morado y Olga Costa.
La elección entre estos tres artistas fue casi natural, ya que lo correcto hoy es ir a contracorriente de las inercias heteropatriarcales. Si bien Costa comparte un museo con su esposo Chávez Morado, en realidad su obra y figura se mantiene en un segundo plano en Guanajuato frente al peso y circulación de los muralistas.